Declaración de los líderes de Movimiento Cosecha
Los trabajadores inmigrantes tenemos que apoyar al movimiento por las vidas negras
En las últimas semanas hemos visto un estallido de resistencia popular y violencia estatal por todo el país. Después de que la policía de Minneapolis asesinara a George Floyd, cientos de miles de personas han inundado las calles de varias ciudades en el país para exigir justicia para él y su familia.
Pero también para Breonna Taylor, una mujer negra asesinada por la policía este pasado marzo mientras dormía en su casa en Louisville, Kentucky. Justicia para Tony McDade, hombre trans negro asesinado este miércoles pasado por la policía en Tallahassee, Florida. Justicia para tantas otras muertes causadas por la violencia y el racismo en contra de las personas negras.
Las primeras protestas, recibidas y reprimidas con la fuerza y la violencia de la policía y del gobierno local, estatal y federal, se han convertido en un detonante para movilizaciones masivas condenando la brutalidad policial y demandando justicia en cada rincón del país y en muchas ciudades alrededor del mundo.
Muchos de nosotros hemos visto con nuestros propios ojos la represión excesiva del gobierno en nuestras comunidades — policías atropellando a protestantes; usando gases lacrimógenos contra personas marchando o tomando espacio de manera pacífica; atacando a la prensa libre con disparos o arrestos; causando daño físico que ha llevado a cientos a recurrir a atención médica en hospitales o por equipos medicos callejeros; e incluso hemos visto la muerte de protestantes y simpatizantes.
Este despliegue de la guardia nacional, se una a la violencia de la policía en contra de los manifestantes pacíficos.
También han implementado nuevos toques de queda, que son medidas más estrictas que ni siquiera vimos durante la pandemia. Medidas que si usadas para el bienestar social en ese momento hubieran salvado miles de vidas.
Como líderes de Movimiento Cosecha, un movimiento popular del pueblo indocumentado, creemos que nuestro papel como trabajadores inmigrantes es solidarizarnos con esta resistencia liderada por la comunidad negra. Una lucha que estamos viendo crecer cada día pero que también tiene siglos forjándose. Exigiendo dignidad y respeto para la comunidad negra de la misma forma que siempre lo hemos exigido para la comunidad inmigrante.
Las injusticias de nuestra comunidad no pueden ser resueltas con un solo movimiento, y debemos recordar que nuestra lucha está ligada y depende de las luchas de los demás. Una lucha por la vida y la humanidad.
Algunas personas en nuestras comunidades inmigrantes han repudiado las protestas, criticando a la gente negra por manifestarse de “la forma incorrecta” — por interrumpir el status quo con tácticas llamadas agresivas o “violentas.”
No podemos permitir ser distraídos del porqué estamos luchando, y debemos recordar que la violencia verdadera es la que la gente sufre todos los días. Una violencia que, como inmigrantes indocumentados, también hemos conocido en este país. La violencia del gobierno, la violencia de la policía, en general es la violencia del país en contra de su propia gente.
Porque violentos son los asesinatos indiscriminados de personas negras en las calles por oficiales de la policía.
Violentas son las muertes de niños y adultos en hieleras y centros de detención a manos de la migra.
Violentas son las llamadas fuerzas del orden, quienes como ICE, no nos ayudan, ni nos protegen, sino que al contrario acosan, aterrorizan y criminalizan nuestras comunidades todos los días.
Violentos son los siglos de opresión y discriminación del gobierno.
Y no podemos olvidar que es violencia el mortal abandono de millones de personas y trabajadores esenciales durante esta pandemia. Muchos de ellos inmigrantes indocumentados que son negados alivios mientras estos mismos se sacrifican para mantener la economía a flote y asegurarse que el resto del país tenga comida en su mesa.
Millones de trabajadores en este país negados necesidades y ayudas básicas para sobrevivir — como la vivienda, comida, o seguro médico — por un gobierno que si invierte billones para desplegar a los militares y a la policía en contra de la gente, pero no para ayudarla a sobrevivir una pandemia global.
Esta es la violencia que tenemos que repudiar.
Mientras las calles se llenan para exigir justicia para la gente negra tomemos un momento para ver cómo la cortina esta siendo levantada ante el mundo. Siendo testigos de las profundas desigualdades que existen en este país y que durante la pandemia nos han llevado a todos al hambre y desesperación, pero que por tantos años también han atacado a nuestras comunidades.
Desigualdades estructuradas dentro de un gobierno y sistema diseñados para que personas inmigrantes de color terminen en centros de detención y para que gente negra y minorías terminen en prisiones. Pero también condiciones que se nos han impuesto por los poderosos en este país que buscan crear division entre nuestras comunidades.
Condiciones como los 500 años de colonialismo español e imperialismo americano que llevan a muchos en nuestra comunidad a perpetuar estigmas y prejuicios racistas que están diseñados para agrandar esa división de la que tanto depende este sistema opresor.
Es por ello que es tiempo de mostrar solidaridad con la comunidad negra. Una solidaridad que reconoce la incertidumbre y miedo que tal vez no sentimos de la misma forma como inmigrantes que no son negros, pero que de todos modos busca entender, escuchar y apoyar, en vez de criticar e ignorar lo que está pasando o a los que están manifestando su dolor e indignación en las calles.
Una solidaridad donde no nos dejamos llevar por los prejuicios ni por lo que dice el estado que esta bien o mal, sino que siente ese dolor y esa indignación de nuestros compañeros negros, y sigue su liderazgo en esta lucha colectiva por la dignidad de la clase trabajadora.
Sabemos que para muchos nuestra primera reacción al ver las protestas es el miedo. Miedo porque entendemos que la policía es sinónimo de ICE y tenemos tantos años temiendo ser separados de nuestras familias. Miedo de enfermarnos sabiendo que no podemos acceder a seguros medicos y ya habiendo arriesgado tanto por trabajar durante esta terrible pandemia. Pero este es el momento de tener coraje.
El miedo que usan como herramienta en contra de nosotros también puede ser la energía que nos impulse a levantar la voz. A pesar de no tener papeles hay muchas maneras en que podemos apoyar, como:
- Ir con cuidado a las manifestaciones y unirnos a favor de las vidas negras
- Repartir agua, comida y mascarillas para que se protejan los que manifestantes
- Donar materiales o dinero a quienes organizan las marchas
- Confrontar el racismo, la anti-negritud, los prejuicios y los estigmas en contra la gente negra, especialmente cuando vengan de nuestras propias comunidades y familias.
- Educarnos sobre la opresión de la gente negra y sus movimientos para justicia — como esta serie de videos cortos de Osmani R. Alcaraz-Ochoa.
Más aún como Cosecheros siempre hemos sabido que para obtener protección permanente, dignidad y respeto como inmigrantes necesitamos crear poder popular en nuestras comunidades; que las estrategias no vendrán de los politicos sino que del pueblo en las calles; y que las tácticas no podrán seguir siendo las mismas y necesitamos huelgas y protestas masivas en todo el país.
Hoy más que nunca eso es una realidad.
Finalmente, para nuestros compas de la comunidad negra sepan que estamos aquí acompañándoles en su dolor, en solidaridad, y más que todo en lucha. Sabemos que nuestra lucha por la justicia y el cambio empieza con nosotros mismos y no termina solo en este momento sino que continua en nuestras comunidades y nuestros hogares. Sabemos que nuestro enemigo como personas de color es el mismo, y que somos atacados a diario por esos sistemas injustos — como la policía y la migra.
Aunque en estos días podría ser más fácil dejarnos dividir, no podemos permitirlo. Porque en este momento cuando su rabia ha despertado a todo el mundo, no nos podemos olvidar que la lucha colectiva que tenemos por nuestra dignidad y respeto es larga pero cercana gracias a ustedes. Sigan manteniendo la cabeza arriba. Sigan siendo guiados por ese sentimiento de justicia ancestral. Sigan que nosotros los estamos siguiendo también.